Las tenues luces, crean un juego de sombras en la bodega antigua.
Un paisaje curioso este, con la cubierta tan baja en un espacio tan grande, la escasez de luz hace que podamos coger algun contraluz bastante interesante..

Había tantas y tantas cubas, que ya pierdo la cuenta,...
Una vez en la sala de producción, vemos cómo hacen el vino, despues de explicarnos todo el proceso.. la cosa no parece tan simple.
Por las pasarelas superiores, se va de recipiente en recipiente controlando el estado del vino...
Tambien pasamos por la sala de reposo del vino, donde se dejan incluso años las botellas terminando el lento proceso que deriva en tan grandes propiedades y aromas.

Y comienza la cata, el vino se coge asi, se sirve asao, se mira, se huele, se revuelve, se airea, se bebe, se siente, ....
Y de acompañamiento.. colines, por su neutralidad en el sabor.. y que de este modo podamos degustar mejor las características del vino que bebamos luego..
...algunos removían pegados a la mesa..
oliendo, buscábamos aromas afrutados, manzana, piña, en el caso del tinto tratamos de advertir el olor a madera...



Un batallón de copas esperan a ser utilizadas por nuevos visitantes, no se si se dan cuenta de la belleza que su sombra proyecta o el interés que suscita la superposición de unas y otras...

Y por último la inspiración de la próxima imagen de la casa, una de las obras de Manolo Valdes, y no se si me aventuro al entrever el movimiento del vino en la copa con este gesto del acero de este famoso escultor valenciano.








Por último, trato de resumir lo que ha sido esta visita... con esta foto en la que se puede ver el principio y el final de todo. Buena experiencia
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